dissabte, 31 de juliol del 2010

Batalla del Mar de Bismarck

La Batalla del Mar de Bismarck fue una acción militar que tuvo lugar en el Pacífico suroccidental durante la Segunda Guerra Mundial. Aviones de la Quinta Fuerza Aérea de la USAAF y de la Real Fuerza Aérea Australiana atacaron a un convoy japonés que transportaba tropas a Lae, Nueva Guinea (en la actualidad, Papúa-Nueva Guinea). La totalidad de las naves de transporte del convoy fueron hundidas, así como la mitad de la escolta de destructores, con una pérdida de vidas extremadamente alta.
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* 1 Antecedentes
* 2 La batalla
* 3 Consecuencias
* 4 Notas
* 5 Referencias
* 6 Enlaces externos

[editar] Antecedentes

El 23 de diciembre de 1942 el Alto Mando japonés decidió transferir 105.000 soldados desde China y Japón hasta Lae como refuerzo, dado que allí se esperaba una ofensiva de los Aliados. Ello permitiría la retirada y evacuación de Guadalcanal, que sería ordenada la semana siguiente.

Reubicar tan gran fuerza era una complicada labor para la capacidad de transporte japonesa, pero el Alto Mando lo consideró una necesidad militar. A finales de febrero de 1943 dos divisiones, las 20 y 41, habían sido transportadas hasta Wewak, también en Nueva Guinea.

Una tercera División, la 51, fue transportada a Rabaul entre diciembre de 1942 y enero de 1943, con la misión original de reforzar las tropas de Guadalcanal, pero tras la retirada de la misma en la Operación Ke, se decidió enviarla a Lae. La misión era arriesgada debido a la superioridad aérea Aliada en la zona.

El 28 de febrero el convoy fue organizado, comprendiendo ocho destructores y ocho transportes de tropas, con el apoyo aéreo de unos cien aviones basados en Rabaul. El comandante en jefe de la 51ª División, el teniente general Hidemitsu Nakano navegaba a bordo del destructor Yukikaze, mientras que el contraalmirante Masatomi Kimura, al mando del Tercer Escuadrón de Destructores, se encontraba en el Shirayuki.

Las fuerzas Aliadas, bajo el mando del general de división George Kenney y basados en Nueva Guinea, se habían preparado para esta eventualidad. Concretamente, tripulaciones de B-25 Mitchell de las USAAF y Bristol Beaufighter de la RAAF habían estado practicando ataques anti-buque, creando una nueva técnica llamada bombardeo de rebote, similar a un ataque torpedero convencional, pero lanzando bombas, que tras varios rebotes sobre la superficie del agua estallan sobre el blanco, bajo el mismo o en su interior, gracias a unas espoletas retardadas de 4 ó 5 segundos. No se trataba de bombas de rebote especialmente diseñadas, sino de simples bombas convencionales.
[editar] La batalla

El convoy, desplazándose a la velocidad máxima de los transportes, tan sólo 7 nudos, no fue detectado durante varios días debido a las tormentas tropicales que azotaron los mares de Salomón y Bismarck entre el 27 de febrero y el primero de marzo. Sin embargo, alrededor de las 15:00 de ese mismo día un bombardero pesado B-24 Liberator en misión de patrulla descubrió al convoy al norte del cabo Hollman. Bombarderos pesados fueron enviados a ese punto, pero no localizaron al convoy.

Al día siguiente, alrededor de las 10:00, otro Liberator detectó nuevamente al convoy, y el buen tiempo permitió varios vuelos de bombarderos pesados B-17 Flying Fortress, que atacaron al convoy. Los cazas japoneses Mitsubishi A6M basados en Nueva Bretaña derribaron uno de los B-17, y tras lanzarse en paracaídas su tripulación, algunos de ellos fueron ametrallados en su descenso y posteriormente en el agua.[2]
Movimientos de los buques japoneses y los aviones aliados durante la batalla.

Los destructores Yukikaze y Asagumo recogieron a 800 supervivientes y se dirigieron a velocidad máxima hacia Lae, retomando su labor de escolta al día siguiente, una vez desembarcadas las tropas.

Varios PBY Catalina del 11º Escuadrón de la RAAF siguieron observando la ruta del convoy durante la noche del 2 de marzo. Aproximadamente a las 03:25 del 3 de marzo despegaron torpederos Bristol Beaufort del 100º Escuadrón basado en Milne Bay, pero debido al mal tiempo sólo un par de ellos lograron atacar, sin conseguir ningún blanco.

Cuando el convoy se encontraba rodeando la península de Huon, mejoró la situación atmosférica. 90 aviones Aliados despegaron desde Port Moresby para un nuevo ataque, al tiempo que 22 Douglas Boston de la RAAF atacaron la base aérea japonesa de Lae, para reducir la cobertura aérea del convoy.

A las 10:00, 13 B-17 bombardearon al convoy desde media altura, sin causar daños, pero dispersando los navíos. En ese momento, 13 Bristol Beaufighter del 30º Escuadrón de la RAAF se aproximaron a baja cota, para dar la impresión de ser Beaufort atacando con torpedos. La táctica básica en ese caso es encarar al avión atacante para ofrecer el menor flanco posible, pero al tratarse de cazas pesados en lugar de torpederos, la maniobra provocó el máximo daño en los barcos, al ser alcanzados de proa a popa por el fuego de cuatro cañones frontales de 20mm en el morro y seis ametralladoras de 7,7 en las alas con que contaban los Beaufighter.
Transporte japonés bajo ataque aéreo el 3 de marzo de 1943.

Inmediatamente después, 13 B-25 lanzaron sus bombas desde 750 metros de altura, mientras que otros 12 iniciaban el primer bombardeo de rebote, reclamando 17 impactos. Varios A-20 se unieron al ataque, y otros cinco impactos fueron logrados por B-17 bombardeando convencionalmente desde mayor altura. En ese momento, la mitad de los transportes se habían hundido o estaban hundiéndose.

La cobertura a los bombarderos era proveída por 28 cazas pesados P-38 Lightning, que derribaron 20 cazas japoneses con la pérdida de sólo 3 aparatos. Dos de ellos eran del 39º Escuadrón de Caza, los ases Bob Faurot y Hoyt Eason. Durante la tarde, continuaron los ataques de los Mitchell y los Boston.

El resto de los transportes se estaba hundiendo 100 kilómetros al sureste de Finschhafen, junto a los destructores Shirayuki, Arashio, y Tokitsukaze. Cuatro de los destructores restantes recogieron tantos supervivientes como les fue posible y se retiraron a Rabaul. El Asashio fue hundido en un ataque posterior mientras recogía supervivientes del Arashio.

Siguiendo órdenes del general Kenney, aparentemente en venganza por el ametrallamiento de la tripulación del B-17, desde el 3 al 5 de marzo, patrulleras y aviones aliados atacaron indiscriminadamente a navíos de rescate japoneses, así como a supervivientes en lanchas salvavidas o simplemente flotando en el mar.[3]
[editar] Consecuencias

La batalla fue un desastre para los japoneses. De los 6.900 soldados necesitados en Lae arribaron apenas 800. El Australian War Memorial indica que 2.890 soldados y marineros japoneses murieron.[2]

Douglas MacArthur empleó la victoria para solicitar 1.800 aviones y cinco

Batalla de Creta


La Batalla de Creta (alemán: Luftlandeschlacht um Kreta ) se produjo entre mayo y junio de 1941, siendo la única gran operación aerotransportada llevada a cabo por la Wehrmacht (ejército alemán) durante la Segunda Guerra Mundial.

El origen de esta batalla se encuentra dentro de la campaña de los Balcanes. Tras el ataque italiano a Grecia y con la conformidad del gobierno griego, tropas británicas se establecieron en la isla a principios de noviembre de 1940 para impedir que fuese ocupada por las tropas del Eje.

Aunque los griegos rechazaron inicialmente a los italianos en la Grecia continental, la intervención alemana terminó con la resistencia aliada en el continente, forzando a reembarcar a las tropas británicas que apoyaban a las griegas. Muchas fueron evacuadas a Creta, por lo que en mayo de 1941 había en la isla unos 43.000 soldados entre griegos, británicos, neozelandeses y australianos. La posesión de la isla era muy importante para el Reino Unido, puesto que conservaba unos excelentes puertos en el Mediterráneo oriental. Al mismo tiempo, desde sus aeródromos era posible bombardear los campos petrolíferos de Ploesti y constituir un peligro en el flanco suroriental del Eje, en un momento en el que se disponía a invadir la Unión Soviética (Operación Barbarroja).

El 27 de abril de 1941 Adolf Hitler ordenó invadir la isla. La operación la llevaron a cabo las tropas aerotransportadas al mando del General Kurt Student, participando 700 aviones de transporte y 750 planeadores apoyados por la Luftwaffe. La invasión de la isla la llevaron a cabo 4500 paracaidistas alemanes que tardaron diez días en ocuparla (20 de mayo - 1 de junio). Los británicos evacuaron sus posiciones protegidos por la Royal Navy, la cual sufrió fuertes pérdidas.

Creta permaneció en poder de los alemanes hasta que su guarnición capituló en mayo de 1944.
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* 1 Operación Mercurio (Unternehmen Merkur)
* 2 Desarrollo
* 3 Día 1, 20 de mayo
* 4 Día 2, 21 de mayo
* 5 Dia 3, 22 de mayo
* 6 Días Finales
* 7 24 de mayo
* 8 26 de mayo
* 9 27 de mayo
* 10 Evacuación
* 11 Desenlace
* 12 Enlaces externos
* 13 Véase también

[editar] Operación Mercurio (Unternehmen Merkur)

Se desató un intenso debate en el Alto Mando Alemán acerca del plan operacional para desembarcar en Creta. A pesar de que todos estaban de acuerdo en la necesidad de tomar Maleme, existían diversos puntos de vista sobre la concentración de fuerzas en la zona y el número de ellas que serían enviados a capturar otros objetivos, como los aeródromos de Heraclión y Retimo.

El comandante de la Luftwaffe, general Alexander Löhr, y el comandante naval, contraalmirante Karl-Georg Schuster defendían una mayor concentración de tropas hacia Maleme, buscando una victoria fácil gracias a la superioridad numérica. En contraste, el Generalmajor Kurt Student pretendía dispersar sus paracaidistas en un área más amplia, maximizando así el factor sorpresa. Maleme ofrecía varias ventajas como objetivo principal: era el aeródromo más extenso de Creta, que permitía el aterrizaje de transportes de tropas pesados; estaba lo suficientemente cerca del interior para permitir cobertura aérea con cazas Bf 109 terrestres; y se encontraba próximo a la costa norte, permitiendo el desembarco naval de refuerzos con rapidez. Hermann Goering forzó un plan de compromiso, priorizando asegurar Maleme, pero sin descuidar el resto de bases Aliadas.

El nombre en código de este plan fue Merkur, basándose en el veloz dios del comercio romano Mercurio, que poseía pequeñas alas en los tobillos. Hitler autorizó la operación con la condición de que no debía en ninguna manera interferir con los preparativos de la Operación Barbarosa, e insistió en que era imprescindible terminar con las operaciones en Creta a mas tardar a finales de mayo del 41. Esto provocó que el alto mando alemán improvisara sobre la marcha el planeamiento de la operación.

Las tropas alemanas se dividieron en tres grupos de batalla: Centro, Este y Oeste, cada uno con un código especial respondiendo al tema clásico de MERCURIO. Un total de 750 tropas en planeadores de asalto, 10.000 paracaidistas, 000 tropas de montaña aerotransportadas, y 7.000 de infantería naval fueron empleadas en la invasión. La mayor proporción de fuerzas se destinó al Grupo Oeste.


Distribución de tropas en Creta.
Grupos de batalla en la Operación Mercurio
Nombre del grupo Nombre en clave Comandante Objetivo
Gruppe Mitte (Grupo Centro) Marte Generalmajor Wilhelm Süssman Valle de la Prisión, La Canea, Retimo
Gruppe West (Grupo Oeste) Cometa Generalmajor Eugen Meindl Maleme
Gruppe Ost (Grupo Este) Orión Coronel Bruno Bräuer Heraklion
[editar] Desarrollo
[editar] Día 1, 20 de mayo

Al despuntar el alba a las 06:00 se llevó a cabo el primer bombardeo, este fue dirigido a los aeródromos de Maleme y de Heraclión por parte del 8° cuerpo aéreo. El segundo bombardeo comenzó poco antes de que empezaran los lanzamientos de paracaidistas a las 07:15; El objetivo era clavar en tierra a los ingleses.

La primera oleada tuvo éxito puesto que, de 493 Junker Ju 52 que fueron empleados en la operación de paracaidistas, solamente siete fueron derribados.

La primera oleada de asalto llevada a cabo por el 11° cuerpo aéreo, fue lanzada a la hora prevista, pero no logró los resultados que se esperaban: los alemanes habían subestimado considerablemente la defensa de la infantería inglesa, sus paracaidistas sufrieron serias pérdidas.

Un batallón paracaidista fue lanzado a tierra demasiado lejos, al este. El grupo Centro atacaba sin éxito la península de Akrotiri, que domina la bahía de Suda y Canea.

En ese momento, en Atenas, el cuartel general alemán ignoraba la verdadera situación del ataque. Las primeras noticias de Creta llegaron después de mediodía, y era ya demasiado tarde para modificar las órdenes de la segunda oleada de asalto.

Problemas técnicos con las comunicaciones impidieron una salida sincronizada de los aparatos hasta el punto que, en lugar de llegar a Creta en formación compacta, los aviones alemanes de la segunda oleada de asalto llegaron en pequeños grupos y en completo desorden. En cambio los bombarderos y los cazas del 8° cuerpo aéreo, encargados de proteger el lanzamiento de las tropas en paracaídas, fueron puntuales y se encontraban sobre la isla sobre las 15:00; Su reserva de combustible solo les permitía permanecer allí hasta las 16:15 y tuvieron que regresar antes de que llegara la segunda ola de asalto, que no pudo ser puntual.

Esto provocó que después de dos oleadas de ataque, los alemanes habían fracasado en poder capturar alguno de los tres aeródromos ingleses en la isla. Se trataba ahora para el alto mando alemán de apoderarse como fuese de algún aeródromo donde pudieran descargar tropas de infantería. La fortificación inglesa menos sólida parecía ser Máleme; allí pues, iba a jugarse la suerte de Creta.

Máleme y sus alrededores estaban defendidos por el 22° batallón neozelandés, a las órdenes del teniente coronel Andrew. Cuando vio que las comunicaciones con el Cuartel General habían sido cortadas, no se atrevía a seguir mandando a sus tropas por iniciativa propia y dio la orden de que se retirasen durante la noche. Su defección acarreó la pérdida de Creta.
[editar] Día 2, 21 de mayo

Los primeros Junker pudieron aterrizar en Máleme el 21 de mayo, trayendo armas y municiones. Refuerzos lanzados en paracaídas ocuparon el pueblo de Máleme hacia las cinco de la tarde, y los aparatos que transportaban un batallón de infantería empezaron a aterrizar a las cuatro, no sin sufrir grandes pérdidas.

Durante esa jornada del 21 de mayo, a pesar de recibir municiones, las fuerzas alemanas no pudieron perpetrar gran avance en ninguno de los cuatro objetivos que eran la península de Akrotiri, Réthimnon y Heraclion. A pesar de ello el alto mando alemán consideró que la fase crítica de la batalla de Creta había sido superada. Para el día siguiente se ordenó el ataque a Canea.

Por la noche se avistaron unidades de la marina británica en las proximidades de la costa norte de Creta. Fueron alcanzadas al día siguiente por la mañana por aviones del 8° cuerpo aéreo, que hundieron al destructor "Juno" y averiaron seriamente al crucero "Ajax". Alemania había obtenido la "Luftüberlegenheit" superioridad aérea.

Al llegar la noticia de que la costa estaba libre, el alto mando alemán mandó inmediatamente al primer convoy que salió de Milo y con dirección a Máleme; Para su desgracia fue descubierto por la tarde por la Armada Británica y atacado. Las pérdidas alemanas fueron grandes, por lo cual hubo que llamar inmediatamente al segundo convoy.
[editar] Dia 3, 22 de mayo

La jornada del 22 de mayo se caracterizó por una serie de encuentros entre la aviación alemana y la marina inglesa, que perdió dos cruceros y un destructor, además de que otros cuatro buques fueron averiados. Era pagar muy caro la victoria contra los convoyes alemanes.
[editar] Días Finales
[editar] 24 de mayo

El 24 de mayo, el almirante Cunningham informó a Londres que la Armada Británica no podía ya impedir el paso de los convoyes de la Wehrmacht con destino a Creta sin sufrir pérdidas extremadamente graves. En Londres sin embargo, estaban convencidos de que los alemanes no lograrían ocupar Creta mientras sólo dispusieran del aeródromo de Mleme. La respuesta enviada por Londres fue categórica: La R.A.F (Royal Air Force) y la Marina Británica debían correr cualquier clase de riesgo e impedir a toda costa que los alemanes enviaran refuerzos a Creta por mar.

Al mismo tiempo era imposible reforzar la flota del Mediterráneo ya qué los navíos que habitualmente tenían su base en Gibraltar y el grueso de la "Home Fleet" (denominación que se hace a los buques de guerra con estación en Inglaterra misma) se hallaban volcados en su persecución del Bismarck en el Atlántico Norte.
[editar] 26 de mayo

El avance de las frescas tropas alemanas continuaron hasta llegar al puerto de Kastelli, donde se enfrentaron al 1° regimiento griego.
[editar] 27 de mayo

Finalmente la Wehrmacht capturó el puerto de Kastelli y pudo desembarcar algunos tanques ligeros.
[editar] Evacuación

Londres al ver que la situación era insostenible y sin esperanzas decidió ordenar la evacuación. Comenzada la noche del 28 al 29 de mayo, la evacuación de la isla siguió durante las tres noches siguientes. La marina Británica realizó una verdadera proeza; en unas cuantas horas de oscuridad, delante de la playa de Sfakiá, logró embarcar alrededor de 17.000 hombres, más de la mitad del cuerpo expedicionario británico en Creta, los cuales fueron trasladados a Egipto.
[editar] Desenlace

La Wehrmacht y la Luftwaffe obtuvieron una resonante victoria sobre los ingleses, habían capturado un punto estratégico importante en el Mediterráneo como era la isla de Creta. Pero el balance en general fue sangriento, costó a los ingleses más de 15.000 hombres entre muertos, heridos o prisioneros. Del bando alemán se contaron unos 3500 muertos, heridos o desaparecidos; era más de lo que había costado toda la Campaña de los Balcanes.

Hitler, debido al alto número de pérdidas entre los paracaidistas alemanes, no quiso volver a repetir la experiencia. En adelante se negó a confiarles un papel importante en las operaciones ofensivas. El Führer dijo al general Kurt Student en julio de 1941: «Creta demuestra que la época de los paracaidistas ha pasado.»

Los ingleses aunque dolidos y con muchas bajas, lograron consolidarse en Oriente Medio, para después reconquistar África y hacer que Italia abandonase la guerra.

Batalla de Inglaterra


La Batalla de Inglaterra no fue una única batalla sino toda una serie de operaciones libradas en cielo británico en donde durante cerca de cuatro meses (julio-octubre de 1940) Alemania buscó destruir a la Royal Air Force (RAF) para obtener la superioridad aérea necesaria para una invasión de las islas. Una de las mayores campañas de la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial, la Batalla de Inglaterra, es el nombre comúnmente otorgado al intento de la Luftwaffe para ganar la superioridad aérea sobre la Royal Air Force (RAF), antes de una planeada invasión a Inglaterra tanto aérea como naval (Operación León Marino). Ni Hitler ni la Wehrmacht creían posible conseguir una invasión anfibia con éxito en las Islas Británicas hasta que la RAF hubiera sido neutralizada. Los objetivos secundarios eran destruir la producción de aeronaves y las infraestructuras terrestres, así como aterrorizar a la población británica con la búsqueda de un armisticio o rendición y atacar áreas de interés político.

Algunos historiadores han discutido sobre el hecho de que ningún tipo de invasión hubiera sido posible dada la superioridad masiva de la Royal Navy sobre la Kriegsmarine; dicha operación hubiera sido un desastre. Se argumenta que la Luftwaffe hubiera sido incapaz de evitar la intervención decisiva de los cruceros y destructores de la Royal Navy, incluso con superioridad aérea.

La batalla de Inglaterra fue la primera gran batalla que fue enteramente disputada en el aire. Fue la mayor y más concurrida campaña aérea habida hasta hoy y la primera prueba de las estrategias de bombardeos que emergieron desde la Primera Guerra Mundial.
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* 1 Antecedentes
* 2 Operación León Marino
* 3 Operación Día del Águila
* 4 Punto de inflexión
* 5 Referencias
* 6 Enlaces externos

[editar] Antecedentes

Tras la evacuación del ejército anglo-francés en Dunkerque (26 de mayo de 1940) y la rendición de Francia (22 de junio de 1940), Alemania tenía al continente europeo bajo control. La única potencia que se le resistía era Gran Bretaña.

Adolf Hitler proyectó la victoria total en el teatro europeo suponiendo que, tras la rendición de Francia, Gran Bretaña no tardaría en sucumbir. Confirmada la neutralidad de Estados Unidos, Gran Bretaña se encontraba aislada del continente europeo. La Unión Soviética, el enemigo natural de Alemania, no estaba dispuesta a hacer frente al poderío alemán.

Esta visión de triunfo llevó a que durante junio de 1940, no se atacara a Gran Bretaña con la Luftwaffe, en espera de su rendición. La maquinaria de guerra alemana estaba preparada para el asalto final a las islas, pero Hitler quería dar fin a la guerra con teatralidad magnánima y sin que se derramara una gota de sangre, evitando también riesgos a la Kriegsmarine que ya había combatido duramente (y sufrido varias pérdidas) entre abril y junio de 1940 para la invasión de Noruega. Sin embargo, la intransigencia británica lo llevó a cambiar de estrategia.
[editar] Operación León Marino
Artículo principal: Operación León Marino

Frente a la férrea postura de Winston Churchill, Primer Ministro británico, Hitler se vio obligado a seguir adelante con las hostilidades, y comenzó a diseñar un plan de invasión denominado "Operación León Marino". Hermann Göring, Comandante de la Luftwaffe y segundo hombre del III Reich, estaba exultante. Su aviación sólo había cosechado hasta ese momento aplastantes victorias sin sufrir prácticamente bajas de consideración, y prometió a Hitler acabar con la aviación inglesa en pocos días. La estrategia desarrollada se basaba en una completa aniquilación de la RAF que permitiera a la Wehrmacht un desembarco sin contratiempos en las costas británicas. Para ello Göring contaba con tres flotas: la Luftflotte 5, con base en Noruega, la Luftflotte 2 en los Países Bajos y norte de Francia, y la Luftflotte 3, establecida al oeste del Sena. Estas tres fuerzas contaban con unos 3.600 aviones, frente a los apenas 871 aparatos de la RAF.[1]

Hitler, confiado en la estrategia de Göring, ordenó a sus generales prepararse para la invasión a inicios del mes de julio. Como condición indispensable para el éxito, los jefes del ejército y la marina exigieron que la Luftwaffe debía atacar de modo constante e implacable durante tres días seguidos para conseguir una superioridad aérea total en el sudeste de Inglaterra. Una vez logrado esto, la unidad de paracaidistas de Kurt Student (la primera de la historia y la única existente en aquellos momentos) caería sobre Dover para establecer una gigantesca cabeza de puente y la Kriegsmarine comenzaría con el traslado de las fuerzas terrestres por vía marítima contando que ya no habría amenaza británica desde el aire.

Al inicio pareció que el plan de Göring se cumpliría ya que los aviones alemanes eran superiores a los ingleses y los pilotos alemanes, a diferencia de los británicos, estaban bien entrenados y tenían bastante experiencia en combate. Desde inicios de julio de 1940 la Luftwaffe se dedicó a atacar convoyes navales británicos sobre el Canal de la Mancha, probando el estado de las defensas británicas y dando más experiencia a los pilotos germanos contra un enemigo de notable fuerza. Los objetivos de las bombas alemanas en aquella primera etapa no eran las poblaciones civiles, sino las defensas costeras de Gran Bretaña sobre el Canal de la Mancha, las instalaciones industriales cercanas a la ciudad de Londres, los aeródromos militares, y la red de estaciones de radar (Home Chain)
[editar] Operación Día del Águila

Sin embargo, el lado británico contaba con ciertas ventajas que no fueron correctamente evaluadas por los alemanes: principalmente la utilización —por primera vez en la historia— del Radar. Inventado unos años antes por el físico británico Robert Watson-Watt, y en combinación con los puestos de observación visual apostados en la costa, el radar supuso una notable ventaja táctica para la Royal Air Force, pues permitía coordinar y enviar los cazas en el momento y número preciso para combatir las incursiones alemanas.[1]

También, la producción masiva del famoso caza Supermarine Spitfire llevó vientos de esperanza a la RAF. El Spitfire, aparte de estar bien armado, poseía mayor maniobrabilidad a la del Bf109. El Spitfire rápidamente se ganó una reputación entre los pilotos de la Luftwaffe.

Ante los ataques alemanes, los convoyes navales británicos cancelaron su navegación por el Canal de la Mancha, mientras que los pilotos ingleses rechazaban siempre que les era posible el duelo en el aire, debido a la superioridad numérica alemana, y sabedores de la dificultad de éstos para mantener prolongados combates por sus limitaciones de combustible.[1] Ante ello Göring, a mediados de agosto de 1940, decidió cambiar de táctica y combatir no sobre el Canal de la Mancha, sino directamente sobre el suelo británico. Los objetivos variaron y dejaron de concentrarse en las industrias para pasar a dedicarse a los bombardeos en los aeródromos y en las defensas costeras que impidieran la invasión germana, así como las redes de carreteras. Los aviones ingleses eran más fáciles de destruir si se les impactaba antes de haber despegado.

El inicio de esta nueva operación, denominada por Göring "Día del Águila", comenzó el 15 de agosto de 1940. La Luftwaffe contaba con más de 1.000 bombarderos y unos 700 cazas para la operación y se calcula que realizaron 2.119 acciones aquel día. Tras este primer día de operaciones, cuarenta aviones alemanes fueron derribados, pero las consecuencias del bombardeo fueron devastadoras para la RAF: decenas de aviones quedaron destruidos en tierra, sin contar con los derribados por los cazas alemanes.

La operación "Día del Águila" continuaba su curso con excelentes resultados hasta que el 24 de agosto de 1940 el puerto de Londres fue bombardeado por error. Aquella fue la primera vez que se atacaba a una población civil británica desde el aire desde que en 1915 varios zepelines bombardearon Londres. Pese a las disculpas alemanas (aún no estaban en tiempos de guerra total, y se seguían ciertas reglas de honor), Churchill aprovechó el error preparando un ataque aéreo sobre Berlín.

Este bombardeo sobre la capital germana fue más que nada un golpe de efecto para subir la moral británica, ya que la RAF no estaba aún en condiciones de realizar un ataque de gran potencia sobre suelo alemán. Con la inmensa presión ejercida por los ataques de la Luftwaffe sobre los aeródromos británicos, el poder de fuego de la RAF era ínfimo para bombardear Alemania y causar graves daños.

La fecha del bombardeo sobre Berlín fue escogida con mucho cuidado, haciéndola coincidir con la entrevista del ministro de Asuntos Exteriores del Reich, Joachim von Ribbentrop, en Berlín con su homólogo soviético, Viacheslav Mólotov, para demostrar a la Unión Soviética el inminente triunfo alemán y realizar nuevos acuerdos con el gobierno soviético. La entrevista debió interrumpirse para que los asistentes pudieran bajar a un refugio antiaéreo, esto hizo que Molotov no diera crédito a las palabras de Von Ribbentrop sobre la cercana victoria final de Alemania. Ribbentrop había asegurado a su huésped que "los británicos habían dejado de contar como potencia" pero Molotov preguntó seriamente "Si ello es cierto ¿por qué estamos entonces en este refugio y quienes están lanzando bombas afuera?".
[editar] Punto de inflexión
Daños ocasionados durante el bombardeo a Londres.
Polaco 303 squadron 126 aviones alemanes derribados

Si bien los daños en el bombardeo británico sobre Berlín fueron prácticamente irrisorios (al menos comparados con los graves daños causados por la Luftwaffe en suelo británico), Churchill consiguió lo que buscaba. Hitler, herido en su orgullo, ordenó a la Luftwaffe abandonar la estrategia de bombardeos a aeródromos británicos para concentrarse en las ciudades; principalmente sobre Londres. Fue entonces cuando empezó el Blitz, bombardeo sostenido de la aviación alemana sobre las ciudades británicas, que tuvo lugar entre el 7 de septiembre de 1940 y el 16 de mayo de 1941, y cuyo objetivo fue aterrorizar a la población civil. Entre septiembre y noviembre de 1940 la ciudad de Londres fue bombardeada diariamente por aviones germanos, de día y de noche. También hubo ataques contra Birmingham y Bristol. Aunque este cambio de táctica en la guerra aérea implicaba casi la destrucción total de Londres, Churchill estaba dispuesto a afrontar el sacrificio a cambio de que la RAF tuviera el tiempo necesario para rearmarse.

Las bajas alemanas no eran particularmente cuantiosas para la Luftwaffe mientras que las bajas británicas sí eran elevadas para la RAF (en visible inferioridad numérica si se consideraba todos los aeroplanos germanos apostados a lo largo de la Europa ocupada), pero la sensación era que Alemania estaba perdiendo la batalla al no lograr el objetivo reclamado por la Kriegsmarine: la destrucción de la fuerza aérea británica como requisito para iniciar la Operación León Marino. Los bombarderos alemanes Heinkel He111 y Junkers Ju88 encontraron cada vez más resistencia británica, al no poder contar con la protección de los cazas Messerschmidt Bf109 que tenían baja autonomía de vuelo para poder cumplir sus misiones desde los aeródromos alemanes en Francia, y la moral británica no se resquebrajó.

Finalmente, cansado de esperar e impresionado por las bajas (desde el 10 de julio de 1940 hasta octubre del mismo año, 1.733 aviones según cifras alemanas y 2.698 según fuentes británicas), Hitler decidió en noviembre de 1940 cancelar temporalmente la Operación León Marino y ordenó comenzar con un nuevo tipo de incursión aérea: el bombardeo nocturno indiscriminado aprovechando la oscuridad de la noche para evitar lo máximo posible la lucha contra la aviación británica y sus sistemas antiaéreos rápidamente mejorados. Los ataques aéreos continuos entre noviembre de 1940 y febrero de 1941 alcanzaron entonces a Coventry (con la destrucción casi total de esta pequeña ciudad), Birmingham, Liverpool, Plymouth, Mánchester, Sheffield, Hull, y Bristol, llegando la Luftwaffe a bombardear Belfast, en la isla de Irlanda, el 15 de abril de 1941. La ciudad de Londres siguió siendo atacada por la Luftwaffe, con menos frecuencia pero de forma más potente aún. En cierto modo, aquella fue la forma inconfesa de aceptar la victoria británica y la primera gran derrota de la Luftwaffe.

Una fuerza expedicionaria italiana de unos cuarenta aviones llamada Corpo Aéreo Italiano fue enviada por Benito Mussolini para que colaborase en la batalla junto a la Luftwaffe en septiembre de 1940; los aviones italianos participaron en varios combates pero sufriendo graves pérdidas y sin obtener éxito alguno hasta ser repatriados en enero de 1941. De forma similar, la RAF empezó a recibir pilotos de casi todo el Imperio Británico: hubo pilotos de Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. A ello se agregaron voluntarios llegados de países ya ocupados por tropas alemanas, creándose escuadrillas formadas completamente por pilotos de Polonia, Checoslovaquia, y de la Francia Libre.

A finales de mayo de 1941 cesaron los ataques en gran escala de la Luftwaffe sobre Gran Bretaña. El gobierno británico no mostraba indicios de capitular ante Alemania, sino que por el contrario el afán de resistencia había aumentado: la RAF mantenía su fuerza, y por tanto la Luftwaffe no había cumplido la principal misión que le había sido encomendada. En consecuencia la Kriegsmarine consideró que era un elevadísimo riesgo ejecutar la Operación León Marino ante tales circunstancias. Hitler, tras atacar y vencer a Yugoslavia y Grecia en abril de 1941, ordenó desplegar la mayoría de cazas y bombarderos alemanes en Europa Oriental para que la Luftwaffe apoyase ahora el ataque de la Wehrmacht contra la Unión Soviética desde el 22 de junio, en la Operación Barbarroja

Batalla de Okinawa


a Batalla de Okinawa, cuyo nombre clave era Operación Iceberg, se libró en la isla de Ryukyu de Okinawa y fue el mayor asalto anfibio en la Guerra del Pacífico.[2] [3] Se combatió durante 82 días, desde principios de abril hasta mediados de junio de 1945. La batalla se ha denominado Tifón de Acero (en inglés: Typhoon of Steel), y lluvia de acero (Tetsu no ame) o viento violento de acero (Tetsu no Bofu) en japonés. Los apodos se refieren a la ferocidad de los combates, la intensidad de los disparos, y la enorme cantidad de buques aliados y vehículos blindados que asaltaron la isla. La batalla resultó una de las de mayor número de víctimas de toda la Segunda Guerra Mundial. Japón sufrió más de 100.000 bajas, y los aliados sufrieron más de 50.000. Al mismo tiempo, más de 100.000 civiles (12.000 en acción) murieron, sufrieron algún tipo de heridas, o se suicidaron. Aproximadamente una cuarta parte de la población civil murió a causa de la invasión. Cinco divisiones del X Ejécito de los EE.UU., la 7ª, 27ª, 77ª, 81ª y 96ª, y dos divisiones de Marines, la 1ª y 6ª, combatieron en la isla, mientras que la 2ª División de Marines se mantuvo en reserva y no se planteó que desembarcara. La invasión fue respaldada por fuerzas aéreas navales, anfibias y tácticas. El objetivo principal de la operación era apoderarse de una gran isla a sólo 340 Km de distancia del Japón. Después de una larga campaña, de saltar entre islas (Island hopping), los Aliados se acercaban a Japón, y planeaban usar Okinawa como base para las operaciones aéreas en el plan de invadir territorio japonés, cuyo nombre en clave era Operación Downfall. Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki y la entrada soviética en la guerra provocaban la rendición de Japón sólo semanas después del fin de los combates en Okinawa.
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* 1 Orden de batalla
o 1.1 Fuerzas terrestres
o 1.2 Fuerzas navales
+ 1.2.1 Armada de Los Estados Unidos
+ 1.2.2 British Commonwealth
* 2 Batalla Naval
o 2.1 Operación Ten-Go
* 3 Batalla Terrestre
o 3.1 Norte de Okinawa
o 3.2 Sur de Okinawa
* 4 Víctimas
o 4.1 Bajas militares
o 4.2 Bajas civiles
+ 4.2.1 Violaciones
+ 4.2.2 Suicidios
* 5 Consecuencias
* 6 Controversia
* 7 Enlaces externos
* 8 Referencias

[editar] Orden de batalla
[editar] Fuerzas terrestres

Las fuerzas terrestres de EE.UU. que participaron incluían al X Ejército, comandado por el teniente general Simon Bolivar Buckner, Jr.. El X Ejército, estaba compuesto por dos cuerpos, el III Cuerpo Anfibio comandado por el mayor general Roy Geiger, que se componía de la 1ª y 6ª División de Marines, y del XXIV Cuerpo) bajo el mando del mayor general John R. Hodge, que se componía de la 7ª y 96ª Divisiones de Infantería. La 2ª División de Marines en un principio se mantendría en reserva, y el X Ejército también controla la 27ª y 77ª Divisiones de Infantería. En total, el X Ejército contaba con más de 180.000 hombres, 102.000 del ejército y 81.000 del Cuerpo de Marines.

La fuerza japonesa en la campaña (sobre todo defensiva) se componía de unos 67.000 efectivos (77.000 según algunas fuentes) pertenecientes al 32ª Ejército y unos 9.000 efectivos de la Armada Imperial Japonesa que se encontraban en la Base Naval de Oroku (sólo unos pocos cientos de los cuales habían sido entrenados y equipados para combate terrestre), apoyados por 39.000 habitantes de las Islas Ryūkyū (incluidos 24.000 reclutados apresuradamente para la milicia llamada Boeitai y 15.000 trabajadores no uniformados). Además de, 1.500 alumnos de escuelas secundarias organizados en primera línea del frente como (Unidades de Voluntarios Hierro y Sangre (Iron and Blood Volunteer Units), mientras que 600 alumnas Himeyuri se organizaron en una unidad de enfermería.[4] El 32º Ejército inicialmente consistía en la 9ª, 24ª y 62ª Divisiones, y la 44ª Brigada Mixta Independiente. La 9ª División se trasladó a Taiwán antes de la invasión, dando lugar a un cambio en los planes defensivos japoneses. La resistencia primaria debería de ser en el sur, comandada por el Teniente General Mitsuru Ushijima, su Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Isamu Chō y su jefe de operaciones, Coronel Hiromichi Yahara. Yahara abogó por una estrategia defensiva, y Chō por una ofensiva. En el norte, el coronel Udo Takehido estaba al mando. Las tropas de la Armada fueron lideradas por el contraalmirante Minoru Ota.

Se esperaba que los estadounidenses desembarcaran de seis a diez divisiones para enfrentarse a las tres divisiones (una de ellas con solo la mitad de efectivos). El Estado Mayor Japonés calculaba que la calidad superior y el mayor número de armas daría, a cada división estadounidense, de cinco o seis veces la potencia de fuego de una división japonesa.
[editar] Fuerzas navales
[editar] Armada de Los Estados Unidos

La Armada de los Estados Unidos reunió una armada sin precedentes en abril de 1945, con 327 buques. De hecho, el esfuerzo en la ofensiva de primavera de 1945 fue mucho mayor que la ofensiva de primavera anterior en Europa. Durante el desembarco de Normandía, los aliados habían empleado 284 buques.

La mayoría de los aviones de caza, de los bombarderos en picado y de los aviones de ataque a tierra fueron de la Armada de los EE.UU., basados en los portaaviones. Los japoneses habían utilizado las tácticas kamikaze desde la Batalla del Golfo de Leyte, pero por primera vez, se convirtieron en una parte importante de la defensa. Entre el desembarco estadounidense del 1 de abril y el 25 de mayo, se produjeron siete ataques kamikaze, en los que se utilizaron más de 1.500 aviones. La Armada de los EE.UU. sufrió la mayor cantidad de víctimas en esta operación que en cualquier otra batalla de la guerra.
[editar] British Commonwealth

Aunque las fuerzas terrestres aliadas estaban compuestas enteramente por unidades estadounidenses, buques de la Flota Británica del Pacífico (BPF conocida en la Armada de los EE.UU. como Task Force 57) proporcionarían aproximadamente un cuarto del poder naval y aéreo de los aliados (450 aviones). Estaba compuesta por una gran cantidad y variedad de buques, entre ellos 50 buques de guerra de los cuales 17 eran portaaviones, pero las cubiertas de vuelo eran mas pequeñas, lo que significaba que podían transportar menos aviones que un portaaviones estadounidense, pero eran mas resistentes a los ataques kamikaze. Aunque todos los portaaviones fueron proporcionados por el Reino Unido, el grupo era un combinado de la Commonwealth británica compuesta por unidades de, la Marina Real Británica, Marina Real Canadiense, Marina Real de Neozelandesa y Marina Real Australiana. Su misión era neutralizar los campos de aviación japoneses en la Islas Sakishima y proporcionar cobertura aérea contra los ataques kamikaze japoneses.
[editar] Batalla Naval
USS Bunker Hill en llamas, tras un ataque kamikaze japonés cerca de Okinawa, 11 de mayo 1945

A la Flota del Británica del Pacífico se le asignó la tarea de neutralizar los aeródromos japoneses en la Islas Sakishima, lo que hizo con éxito del 26 de marzo hasta el 10 de abril. El 10 de abril, su atención se desplazó a los aeródromos en el norte de Formosa. La fuerza se retiró a la Bahía de San Pedro el 23 de abril. El 1 de mayo, la Flota Británica del Pacífico volvió a la acción, ataco de nuevo los aeródromos. Los portaaviones sufrieron varios ataques de kamikazes, pero gracias a las cubiertas de vuelo blindadas, estos no sufrieron daños irreparables y solo experimentaron una breve interrupción en sus misiones. En los de tres meses de batalla de Okinawa, los japoneses volaron en 1.900 misiones kamikaze, hundiendo a docenas de barcos aliados y matando a más de 5.000 marineros estadounidenses, al precio de 1.465 aviones kamikaze perdidos (otros 2.200 aviones japoneses y 763 aviones de estadounidenses también fueron destruidos, incluso durante la batalla en tierra). Los buques que se perdieron fueron los más pequeños, en particular los destructores de la primera línea de defensa, así como destructores de escolta y buques de desembarco. Si bien los aliados no perdieron ninguno se sus portaaviones, algunos de ellos resultaron severamente dañados. Lanchas motoras con base en tierra también fueron utilizadas en los ataques suicidas de los japoneses. La prolongada duración de la campaña bajo condiciones de estrés forzó al Almirante Chester W. Nimitz a dar un paso sin precedentes, se relevo a los principales comandantes navales para que pudieran descansar y recuperarse. La flota cambio su denominación con el relevo de los comandantes navales, había comenzado la campaña como 5ª Flota, comandada por el Almirante Raymond Spruance, y la finalizo como 3ª Flota comandada por el Almirante William Halsey.
[editar] Operación Ten-Go
Artículo principal: Operación Ten-Gō

Operación Ten-Gō (del japonés Kyūjitai: 天號作戰, Shinjitai: 天号作戦 ten-gō sakusen) también llamada como Ten-ichi-gō (Operación Cielo Uno) fue la última operación naval japonesa en la Guerra del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. En abril de 1945 el acorazado Yamato, comandado por el Almirante Seiichi Itō, junto con otros nueve buques de guerra japoneses, recibieron la orden de realizar un ataque suicida contra los aliados. El Yamato y otros buques, de la Operación Ten-Go fueron descubiertos por submarinos poco después de salir de aguas japonesas, y fueron atacados por aviones, embarcados en los portaaviones estadounidenses. Bajo el ataque de más de 300 aviones en un lapso de dos horas, el mayor acorazado del mundo se hundió el 7 de abril de 1945, mucho antes de que pudiera llegar a Okinawa. Los pilotos de los Torpederos estadounidenses habían sido instruidos para atacar de forma eficaz, golpeando preferentemente la proa o la popa, donde el blindaje se creía que era más delgado. Además del Yamato, el crucero ligero Yahagi, y cuatro de los ocho destructores también fueron hundidos. En total, la Armada Imperial Japonesa perdió unos 3.700 marineros, incluyendo a Itō, a un precio de sólo diez aviones de EE.UU. y 12 aviadores.
[editar] Batalla Terrestre
Okinawa, desembarco estadounidense 13 de abril 1945.

Los primeros americanos en tierra fueron los soldados de la 77ª División de Infantería, que desembarcaron en las Islas Kerama a 24 kilómetros al oeste de Okinawa el 26 de marzo de 1945. Apoyados por mas tropas, que fueron llegando en sucesivos desembarcos, Kerama fue asegurada en cinco días. En estas operaciones preliminares, la 77ª División de Infantería sufrió 27 muertos y 81 heridos, mientras que los japoneses muertos y capturados fueron más de 650. Esta operación buscaba un área protegida para la flota y, eliminar la amenaza de botes suicidas. El 31 de marzo marines del Batallón de Reconocimiento, desembarcaron sin oposición en Keise Shima, cuatro islotes a sólo 13 kilómetros al oeste de la capital de Okinawa, Naha. Se desembarcaron cañones de 155mm Long Tom para cubrir las operaciones en Okinawa.
[editar] Norte de Okinawa

El desembarco fue realizado por XXIV Cuerpo y III Cuerpo Anfibio en las playas Hagushi en la costa oeste de Okinawa el 'Día-L 1 de abril, que era a la vez el domingo de Pascua y el Día de las bromas de abril, en 1945. La 2ª División de Marines realizó una distracción frente a las playas de Minatoga en la costa sureste para confundir a los japoneses sobre las intenciones estadounidenses y evitar que los defensores se movieran de allí. El X Ejército se extendió por todo el centro-sur de la isla con relativa facilidad, capturando las bases aéreas de Kadena y Yomitan. A la luz de la débil oposición, el general Buckner decidió proceder inmediatamente con la segunda fase de su plan, la toma del norte de Okinawa. La 6ª División de Marines encabezó el ataque en el istmo de Ishikawa. El terreno era montañoso y boscoso, con las defensas japonesas concentradas en Yae-Take, una masa retorcida de crestas rocosas y barrancos en la península de Motobu. Hubo fuertes enfrentamientos antes de que despejaran la península el 18 de abril. Mientras tanto, la 77ª División de Infantería ataco Ie Shima, una pequeña isla en el extremo occidental de la península, el 16 de abril. Además de los riesgos convencionales, la 77ª División de Infantería encontró kamikazes, e incluso a las mujeres japonesas armadas con lanzas. Hubo fuertes enfrentamientos antes de Ie Shima fuera declarada asegurada el 21 de abril y se convirtió en otra base aérea para las operaciones contra el Japón
[editar] Sur de Okinawa
Marines de la 1ª División en Okinawa
Bombardeo efectuado por un F4U de los marines
Mapa de la Batalla de Sugar Loaf Hill

Mientras los marines despejaban el norte de Okinawa, XXIV Cuerpo rodaba al sur a través de la estrecha cintura de Okinawa. La 7ª y 96ª División de Infantería encontraron fuerte resistencia por parte de las tropas japonesas en cuevas bien fortificadas en la alto del terreno y entablaron un desesperado combate cuerpo a cuerpo en el centro-oeste de Okinawa a lo largo de Cactus Ridge, a unos 8 km al noroeste de Shuri. En la noche del 8 de abril el XXIV Cuerpo había despejado estas posiciones fortificadas. Los estadounidenses sufrieron más de 1.500 bajas en el proceso, mientras unos 4.500 japoneses murieron o fueron capturados, sin embargo, la batalla no había hecho mas que comenzar, ya que se dieron cuenta de que no eran más que puestos de protección avanzada de la línea Shuri. El siguiente objetivo de los aliados, era Kakazu Ridge, dos colinas que formaban parte de las defensas exteriores de Shuri. Los japoneses habían preparado bien sus posiciones. Los soldados japoneses se escondieron en cuevas fortificadas ocultas, armados con ametralladoras y explosivos; las fuerzas estadounidenses a menudo perdían muchos hombres antes de despejar cada cueva. Los japoneses enviarían, a punta de pistola, a los habitantes a la búsqueda de suministros y agua para ellos, lo que produjo numerosas bajas entre los civiles. Con el asalto estadounidense contra Kakazu Ridge estancado, el general Ushijima, influenciado por el general Cho, decidió pasar a la ofensiva. En la tarde del 12 de abril, el 32º Ejército ataco posiciones estadounidenses en todo el frente. El ataque japonés era sostenido y estaba bien organizado. Después de un feroz combate cuerpo a cuerpo los atacantes se retiraron, sólo para repetir su ofensiva la noche siguiente. Se produjo un asalto final el 14 de abril que fue de nuevo rechazado. Todo el esfuerzo del personal del 32º Ejército les llevó a la conclusión de que los americanos eran vulnerables a las infiltraciones nocturnas, pero su superior potencia de fuego respecto a las tropas japonesas hizo que ninguno de esos contraataques resultaran peligrosos, lo que obligo a los japoneses a volver a una estrategia defensiva. La 27ª División de Infantería, que había desembarcado el 9 de abril, se hizo cargo del flanco derecho, a lo largo de la costa oeste de Okinawa. El General Hodge ahora tenía tres divisiones en la línea del frente, con la 96ª en el centro, y la 7ª en el este, con cada división ocupando un frente de tan sólo 2,4 km. Hodge lanzó una nueva ofensiva del 19 de abril con una barrera de fuego (mas de 324 piezas de artillería), la más grande en el Teatro de Operaciones del Pacífico. Acorazados, cruceros y destructores realizaron el bombardeo, que fue seguido por 650 aviones de la Armada y de los Marines, se atacaron las posiciones enemigas con Napalm, cohetes, bombas y ametralladoras. Las defensas japonesas estaban ubicadas al otro lado de la ladera, por lo que la barrera de artillería y los ataques aéreos no resultaron muy eficaces, los defensores japoneses salieron de sus cuevas y atacaron a las fuerzas estadounidenses durante su avance con fuego de mortero y granadas. Los tanques lograron avanzar flanqueando Kakazu Ridge pero, no pudieron conectar con la infantería que intentaba cruzar la cresta, sin este apoyo, fueron destruidos 22 tanques. Aunque tanques lanzallamas despejaron muchas cuevas, no se registró ningún avance significativo, y el XXIV Cuerpo sufrió más de 720 bajas entre muertos, heridos o desaparecidos. Las pérdidas podrían haber sido mayores, de no ser por el hecho de que los japoneses tenían la práctica totalidad de sus reservas de infantería más al sur, donde los marines de la 2ª División volvieron ha realizar distracciones frente a las playas de Minatoga que coincidieron con el ataque. El 7 de abril la 77ª División de Infantería relevo a la 7ª División, y a finales de abril la 1ª División de Marines relevo a la 27ª División de Infantería. Cuando la 6ª División de Marines llego, III Cuerpo Anfibio se hizo cargo del flanco derecho y el X Ejército asumió el control de la batalla. El 4 de mayo, el 32ª Ejército lanzó una nueva contraofensiva. Esta vez Ushijima intentó desembarcar tras las líneas americanas. Para el apoyo de su ofensiva, la artillería japonesa salió al exterior. De esta manera fueron capaces de disparar unas 13.000 salvas para apoyar el avance, el fuego de la artillería estadounidenses destruyó 19 piezas de artillería ese mismo día y 40 más en los siguientes dos días. El ataque fue un completo fracaso. Tras diez días de intensos combates. El 13 de mayo, las tropas de la 96ª División de Infantería y el 763º Batallón de Tanques capturaron Conical Hill. Una colina 145m por encima de la llanura costera de Yonabaru, al este de las principales defensas japonesas que estaba defendida por unos 1.000 japoneses. Mientras tanto, en la costa opuesta, la 6ª División de Marines combatía por Sugar Loaf Hill. Con la captura de estas dos posiciones claves, los japoneses estarían expuestos a ambos lados del Shuri. Buckner quería envolver Shuri y cerrar en la trampa a la principal fuerza japonesa de defensa. A finales de mayo, las lluvias producidas por el monzón convirtieron los caminos en zonas pantanosas agravando la situación. El avance en tierra empezó a parecerse a los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Las tropas vivían en campos, empapados por la lluvia y rodeados de basura, y en los cementerios. Los cuerpos de los japoneses sin enterrar se hundían en el barro. Cualquier persona que se deslizara por las laderas podría encontrar fácilmente los bolsillos llenos de gusanos, al final del viaje.[5]

El 29 de mayo, el Mayor General Pedro del Valle, al mando de la 1ª División de Marines, ordenó a la Compañía A, 1er Batallón, 5º Regimiento de Marines capturar el castillo de Shuri. La captura del castillo supondría un duro golpe para los japoneses, tanto estratégico como psicológico y fue un hito en la campaña. Del Valle fue galardonado con la Medalla por Servicio Distinguido de la Armada por su liderazgo en la lucha y la posterior ocupación y reorganización de Okinawa. La zona del Castillo de Shuri había sido bombardeada antes de este avance durante 3 días, por el USS Mississippi (BB-41).[6] Debido a esto, el 32º Ejército se retiró hacia el sur y por lo tanto a los marines les resulto mas fácil la toma del Castillo Shuri.[6] [7] El castillo, sin embargo, estaba fuera de la zona asignada a la 1ª División de Marines y solamente un frenético esfuerzo llevado a cabo por el comandante y el personal de la 77ª División de Infantería impidió un ataque aéreo y el fuego de la artillería estadounidense, que hubiera tenido el resultado de muchas bajas debido a fuego amigo. La retirada japonesa, aunque acosados por fuego de artillería, se llevó a cabo con gran habilidad durante la noche y ayudado por las tormentas. El 32º Ejército fue capaz de mover cerca de 30.000 hombres hacia su última línea de defensa en la Península de Kiyan, que en última instancia condujo a la mayor masacre en Okinawa en las últimas fases de la batalla, incluyendo la muerte de miles de civiles. Además, había 9.000 soldados de la IJN apoyados por 1.100 milicianos atrincherados en el recinto fortificado de la Base Naval de Okinawa en la Península de Oroku. Ese mismo día, los estadounidenses lanzaron un asalto anfibio en la Península de Oroku con el fin de asegurar su flanco occidental. Después de varios días de una lucha encarnizada, los japoneses fueron empujados hacia el extremo sur de la isla. El 18 de junio, Buckner murió por fuego de artillería enemiga durante el seguimiento de los progresos de sus tropas. Buckner fue sustituido por Roy Geiger. Al asumir el mando, Geiger se convirtió en el único Marine en comandar un Grupo de ejército del Ejército de los Estados Unidos, en combate. Fue relevado del mando cinco días después por el General Joseph Stilwell. La isla cayó el 21 de junio de 1945, aunque algunos siguieron luchando japoneses. Ushijima y Chō se suicidaron haciéndose el Haraquiri, en su cuartel general en la colina 89 en las últimas horas de la batalla. Al Coronel Yahara se le ordeno que tratara de llegar a Japón y presentara un informe al cuartel Imperial Japonés sobre la estrategia empleada en Okinawa. (La misión fracaso cuando fue capturado por tropas estadounidenses mientras s e hacia pasar por civil Yahara fue el oficial de mayor rango de los que sobrevivieron a la batalla en la isla, y más tarde escribió un libro titulado La Batalla de Okinawa.
[editar] Víctimas
[editar] Bajas militares
Simon B. Bucker, Comandante General del X Ejército, una de las numerosas bajas de los estadounidenses.

Las pérdidas de EE.UU. fueron más de 50.000 víctimas, de los cuales más de 12.000 murieron o fueron dados por desaparecidos. Esto hizo que fuera la batalla más sangrienta de las fuerzas de estadounidenses en la guerra del Pacífico.[8] [9] [10] Uno de los víctimas más famosas fue el corresponsal de guerra Ernie Pyle, que murió por heridas de bala en Ie Shima.[11] las fuerzas de EE.UU. sufrieron a su vez, la más alta tasa de bajas por fatiga de combate durante toda la guerra, con unos 20.000 soldados retirados debido a la crisis nerviosa.[12] La decisión del General Buckner, de atacar las defensas japonesas, fue muy costosa en vidas estadounidenses, aunque finalmente se cumplió el objetivo. Cuatro días antes finalizar la campaña, el general Buckner murió por causa del fuego enemigo, alguna de la metralla que se encontró en su cuerpo eran astillas de coral, mientras inspeccionaba a sus tropas en la línea del frente. Fue el oficial de EE.UU. de más alto rango muerto en combate durante la guerra. Al día siguiente, un segundo general, el General de Brigada Claudio M. Easley, murió por arma de fuego. En el mar 368 barcos aliados (entre ellos 120 embarcaciones anfibias) fueron dañados, mientras que otros 28, incluyendo 15 buques anfibios y 12 destructores fueron hundidos durante la campaña de Okinawa. Las bajas de la Armada de EE.UU. fueron de 4.907 muertos y 4.874 heridos, principalmente de los ataques kamikaze.[13] Los japoneses perdieron 16 barcos, incluyendo el acorazado Yamato. En tierra las fuerzas de EE.UU. perdieron al menos 225 tanques y muchos LVTs, mientras que eliminaron 27 tanques japoneses y 743 piezas de artillería (incluidos los morteros, obuses y cañones antiaéreos), algunos de ellos destruidos por el bombardeo aéreo y naval, pero la mayoría de ellos destruidos por la artillería de las tropas estadounidenses. Las bajas japonesas fueron de más de 107.000 muertos y se capturaron unos 7.400 combatientes. Algunos de los soldados se suicidaron siguiendo el ritual seppuku, o se imnolaron al estallar las granadas de mano que portaban. Se calcula que un número elevado de soldados japoneses pudieron perecer dentro de las cuevas, cuando los estadounidenses las sellaban. Esta fue también la primera batalla de la guerra en la que miles de japoneses se convirtieron en prisioneros de guerra. Muchos de los prisioneros japoneses de Okinawa eran indígenas que no estaban imbuidos en la doctrina del ejército japonés de luchar hasta morir y no rendirse.[14] Cuando las fuerzas estadounidenses ocuparon la isla, los japoneses cogieron la ropa de los civiles para evitar su captura, y los habitantes de Okinawa ayudaron a los estadounidenses al ofrecer una forma sencilla de detectar japoneses en la clandestinidad. El idioma de Okinawa es muy diferente de la lengua japonesa, y en presencia de los estadounidenses, los habitantes de Okinawa interrogaban a los prisioneros en el idioma local,y los que no lo entendían se consideraron soldados japoneses.
[editar] Bajas civiles
Civiles en Okinawa

En algunas batallas, como en la Batalla de Iwo Jima, no hubo bajas civiles, pero Okinawa tenía una elevada población civil indígena y, según diversas estimaciones, uno de cada diez, o uno de cada tres murió durante la batalla.[5] Las pérdidas civiles en la campaña de Okinawa se calcula que entre 42.000 y 150.000 muertos (más de 100.000 según la Prefectura de Okinawa[15] ). Las cifras que barajo el ejército estadounidense fueron de 142.058 víctimas civiles, incluyendo a aquellos que murieron por fuego de artillería, ataques aéreos y al servicio del Ejército Imperial Japonés.[5] Durante la batalla, los soldados de EE.UU. encontraron que se hacia difícil distinguir a los civiles de los soldados. Se convirtió en rutina para los soldados de EE.UU. disparar contra las casas de Okinawa, como un soldado de infantería escribió: Nos disparaban desde un numero pequeño de casas, pero las otras probablemente estaba ocupadas por los civiles, y no nos importaba. Fue terrible lo de no distinguir entre el enemigo y las mujeres y los niños. Los americanos siempre hemos tenido gran compasión, especialmente para los niños. Ahora nosotros disparábamos de forma indiscriminada.[16] En su historia de la guerra, el Museo Conmemorativo de la Paz de la Prefectura de Okinawa[17] presenta a Okinawa como estar atrapado en los enfrentamientos entre Estados Unidos y Japón. Durante la batalla de 1945, el ejército japonés mostró indiferencia a la hora de la defensa y la seguridad de Okinawa, los soldados japoneses utilizaron a civiles como escudos humanos. Militares japoneses confiscaron la comida de los okinawenses y ejecutaban a los la escondían, un hecho que conduce a una inanición entre la población, y obligó a los civiles a salir de sus refugios. También los soldados japoneses mataron a unos 1.000 habitantes de Okinawa que todavía hablaban un dialecto local diferente con el fin de suprimir el espionaje.[18] El museo escribe que muchos fueron destrozados por proyectiles, otros que se encuentran en una situación desesperada fueron conducidos al suicidio, algunos murieron de hambre o sucumbieron a la malaria , mientras que otros fueron víctimas de la tropas japonesas en retirada.[17]
[editar] Violaciones

La violación de civiles en Okinawa fue una acto en el que intervinieron soldados de los dos bandos, las violaciones de civiles por parte de los japoneses se convirtió en una rutina una vez que quedo claro que habían sido derrotados.[4] [19] Un historiador ha calculado que soldados de EE.UU. cometieron más de 10.000 violaciones durante la campaña de tres meses.[20] El New York Times publico en el año 2000, que en el pueblo de Katsuyama, la población civil formaron grupos de vigilantes para emboscar y matar a un grupo de soldados estadounidenses que violaban las chicas locales.[21] Oficiales del Cuerpo de Marines en Okinawa y Washington han declarado que no sabían que se hubieran cometido violaciones por soldados estadounidenses en Okinawa, y en sus registros no consta que los marines cometieran ningún crimen de guerra’’.[20] El historiador George Feifer, sin embargo, escribe que la violación en Okinawa era otro de los secretos sucios de la campaña en la que la crónica militar estadounidense era ignorar los crímenes. Pocos habitantes de Okinawa quedaron embarazadas, ya que el estrés y la mala alimentación ... condujo a que la mayoría de las mujeres no fueran fertiles. Muchas de los que se quedaron embarazadas lograron abortar antes de que sus maridos y padres regresaran. Un número más pequeño de los recién nacidos engendrados por los estadounidenses fueron ahogados.[22]
[editar] Suicidios

Con la inminente victoria de las tropas estadounidenses, se producen gran cantidad de suicidios en masa por parte de la población civil, los soldados japoneses dijeron a los lugareños que los soldados estadounidenses cometerían toda clase de barbaridades con la población. Ryukyu Shimpo, uno de los dos periódicos principales de Okinawa, escribió en 2007: Hay muchos habitantes de Okinawa, que han testificado que el ejército japonés directamente les obligo a suicidarse. También hay personas que han testificado que las granadas fueron entregados por los soldados japoneses (para inmolarse).[23] Algunos de los civiles; después de haber sido inducidos por la propaganda japonesa se creyeron que los soldados de EE.UU. eran unos bárbaros que cometían horribles atrocidades; mataron a sus familias y a ellos mismos para evitar su captura. Muchos de ellos se abalanzaron con sus familiares desde los acantilados donde el Museo de la Paz reside actualmente. Sin embargo, a pesar de haberles dicho que serían objeto de violaciones, torturados o asesinados a manos de los estadounidenses, los habitantes de Okinawa se sorprendían con frecuencia con el trato humano que recibieron del enemigo.[24] [25] De acuerdo con Islands of Discontent: Okinawan Responses to Japanese and American Power de Mark Selden los estadounidenses no aplicaron una política de tortura, violacines y asesinato de civiles como los militares japoneses habían advertido.[26] Un traductor Nipoamericano del Servicio de Inteligencia Militar[27] del ejército de estadounidense, Teruto "Terry" Tsubota, convenció a cientos de civiles no se suicidaran y por lo tanto les salvó la vida.[28

Batalla de Berlín


La Batalla de Berlín fue una de las batallas finales de la Segunda Guerra Mundial entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética, que trajo como consecuencia directa la rendición incondicional de Alemania ante el Ejército Rojo, aunque este tuvo que pelear casa por casa durante toda batalla a pesar de su superioridad numérica.

Durante los combates, el Führer alemán Adolf Hitler se suicidó, así como su Ministro de Propaganda Joseph Goebbels. El secretario personal de Hitler, Martin Bormann presuntamente murió intentando escapar del cerco.
Contenido
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* 1 Trasfondo
* 2 Preparación de la ofensiva soviética
* 3 Ofensiva en Seelow
* 4 El sitio de Berlín
* 5 Batalla en Berlín
* 6 Consecuencias
* 7 Referencias

[editar] Trasfondo

Hasta el inicio de 1945 el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde agosto de 1944 tras las consecuencias de la Operación Bagration. Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, y además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría. De esta manera la llanura polaca fue abierta al Ejército Rojo.

Los comandantes soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945. Durante 3 días, en un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew y desde Varsovia. Después de cuatro días de lucha el Ejército Rojo logró vencer la resistencia alemana y comenzó a moverse hacia el oeste, recorriendo hasta 40 kilómetros por día, tomando los estados bálticos, Danzig o Gdansk, Prusia del Este, Poznań, trazando un nuevo frente a solo sesenta kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Óder.

Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo del Ejército Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permitió al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Óder. Mientras tanto en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallaron y finalmente la ciudad cayó ante los rusos el 13 de febrero. A pesar de que la derrota era inevitable Hitler seguía ordenando contraataques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables. Una ofensiva para capturar el Danubio fue llevada a cabo el 16 de marzo sin cumplir su objetivo. El 30 de marzo los soviéticos entraron en Austria y el 13 de abril tomaron Viena.

A pesar de que la producción militar alemana había caído a niveles desesperantes y las reservas de combustible eran más que insuficientes, las tropas alemanas peleaban con mayor fiereza que nunca y por diversas razones: el fanatismo nacionalista y anticomunista, la humillación que suponía una rendición incondicional y los millones de refugiados que iban a ser capturados por los soviéticos eran las principales razones que tenía el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo. De esta manera la ofensiva hacia Berlín resultaba más lenta de lo que a Stalin le gustaba. Además la negativa de Hitler a abandonar la capital del Reich obligaba a los generales alemanes a defenderla a toda costa, ya que habían hecho un juramento de lealtad al Führer, el cual también había ordenado no evacuar la ciudad.

Stalin por su parte, hacía creer a Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín era una distracción para una real ofensiva sobre Dresde, pero al mismo tiempo urgía a los generales Zhúkov y Kónev a capturar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi en la capital. Durante un tiempo los estadounidenses planearon enviar paracaidistas sobre Berlín para capturarla, pero Eisenhower no tenía deseos de capturar la ciudad antes que los soviéticos y sabiendo que las bajas serían elevadas abandonó el plan.
[editar] Preparación de la ofensiva soviética

El 9 de abril de 1945 la ciudad prusiana de Königsberg se rindió al Segundo Frente Bielorruso al mando del general Konstantín Rokosovski. Inmediatamente después Rokosovski y sus tropas avanzaron al frente del Óder. La orden de Stalin a sus generales había sido la de avanzar velozmente por un amplio frente, sin dejar espacios en la orilla derecha el río Rin que los aliados occidentales pudieran ocupar primero. Debido a dicha orden se realizó el despliegue de los Frentes de la siguiente manera: El Segundo Frente Bielorruso al mando de Rokosovski avanzó por el norte, cubriendo el territorio desde el mar hasta Seelow, el Primer Frente Bielorruso al mando de Zhúkov avanzó por el área frente a Seelow ya que a él se le había concedido el privilegio de llegar a Berlín primero, por último el Primer Frente Ucraniano de Kónev avanzaba al sur. El ejército polaco aportaba unos 79.000 hombres a los Frentes soviéticos, que sumaban 2,5 millones de hombres en total. La ofensiva también incluía 6.250 tanques, 7.500 aviones, 41.600 piezas de artillería y morteros, 3.255 cohetes Katiusha y casi 100.000 vehículos, la mayoría prestados por los Estados Unidos. Sumándose a esto, los rusos desplegaron unos 143 reflectores de luz que debían cegar a los defensores, así como iluminar el camino a Berlín.

El 20 de marzo Hitler designó al general Gotthard Heinrici como reemplazo de un inoperante Himmler en el mando del Grupo de Ejército Vístula. Heinrici, que era un hábil estratega, adivinó las intenciones de Zhúkov y preparó tres cinturones defensivos cerca de Seelow, protegiendo una autopista que llevaba directamente a la capital del Reich. Debilitando el frente del Óder en otros puntos, trasladó soldados a Seelow y ordenó inundar la planicie que se extendía entre la población y el río Óder. Dándose cuenta de lo inútil que sería intentar defender esta planicie, movió a todos sus hombres a la colina detrás de esta y dejó a un puñado para disimular la retirada. La localidad de Seelow era defendida por jóvenes soldados de la 9ª División de Paracaidistas, cedidos por Hermann Goering a Heinrici; estos inexpertos soldados solo tenían dos semanas de entrenamiento en infantería y eran dirigidos por expertos pilotos, que no tenían ningún conocimiento de las tácticas de combate terrestre.
[editar] Ofensiva en Seelow

A las dos de la mañana del 16 de abril 22.000 cañones rusos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente, concentrándose la mayor intensidad frente a Seelow, barriendo cada palmo de terreno en la planicie entre la localidad y el Óder. Para aquel momento Heinrici había retirado el grueso de sus tropas y las bajas fueron pocas. A la luz del alba los tanques rusos acompañados de infantería empezaron a cruzar la pantanosa planicie y a acercarse a la colina, pero los cañones antiaéreos colocados en la cima de la misma empezaron a diezmar a los tanques rusos y los alemanes empezaron a despedazar a la infantería rusa que se batió en lenta retirada debido al lodo. Por si fuera poco, la espesa niebla que cubría el terreno atenuaba la luz de los reflectores rusos y servía para delatar las formaciones del Primer Frente Bielorruso, pero no era suficiente para cegar a los alemanes, como se había planeado...

Mientras tanto en el sur, el Primer Frente Ucraniano de Kónev iba avanzando de acuerdo al plan, empujando hacia atrás al IV Ejército Panzer del Grupo de Ejército Centro al mando del general Ferdinand Schörner, dicha acción estaba afectando peligrosamente tanto a Heinrici como a Schörner, ya que sus Grupos de Ejército se arriesgaban a ser envueltos.

Stalin, molesto por los contratiempos en Seelow, dio permiso a Kónev para liberar Berlín, presionando a Zhúkov, que envió sus reservas a combatir, logrando avanzar solamente seis kilómetros. Sin embargo Zhúkov siguió presionando, sufriendo enormes pérdidas, y en la noche del 18 de abril sus tropas finalmente llegaron al último cinturón defensivo que Heinrici había levantado. Para el anochecer del 19 de abril el Frente Oriental había dejado de existir y los restos del 9º Ejército y el IV Cuerpo Panzer corrían el riesgo de ser rodeados por el I Frente Ucraniano que avanzaba desde el sur y el I Frente Bielorruso desde el este. Este último se encontraba a menos de sesenta kilómetros de Berlín y ninguna fuerza importante se les oponía. Sin embargo para lograr esto las bajas fueron elevadas ya que en lo que iba del mes de abril los rusos habían perdido 2.807 tanques.
[editar] El sitio de Berlín

El 20 de abril Hitler cumplió 56 años y la artillería rusa alcanzó Berlín. El I Frente Bielorruso de Zhúkov empezó a rodear la capital alemana por el noreste y el este. En el sur el I Frente Ucraniano de Kónev quebraba el flanco norte del Grupo de Ejército Centro de Schörner. Al mismo tiempo el III Cuerpo Panzer era atacado por el II Frente Bielorruso de Rokosovski, que se abría paso entre Stettin y Schwedt.

Cuando Hitler se enteró que ciertos elementos del 9º Ejército había tenido éxito defendiendo Cotthus o Cottbus, ordenó que dicho ejército después de derrotar a las columnas soviéticas que se encontraban al norte, regresara al sur y junto con el IV Cuerpo Panzer que se encontraba más al sur, envolvieran al I Frente Ucraniano y lo destruyeran. Después de lograr esta proeza militar Hitler deseaba que las tropas se dirigieran al norte para formar la tenaza inferior que envolvería al I Frente Bielorruso, mientras que el IV Cuerpo SS Panzer comandado por Felix Steiner sería la tenaza superior. Hitler, completamente ajeno a la realidad deseaba que Steiner con 10.000 hombres y unos pocos tanques acabara con una fuerza acorazada diez veces más poderosa. Cuando Heinrici se enteró de esta orden imposible de cumplir, le hizo ver a Hitler que el 9º Ejército lejos de envolver a los rusos iba a ser envuelto por ellos, además pidió permiso para retirar este ejército al oeste, de lo contrario él pediría su remoción del mando.

El 22 de abril Hitler se enteró de que Steiner no había podido avanzar como se había planeado y sufrió un colapso. Después de culpar a los generales de cobardes y traidores, Hitler aceptó finalmente que la guerra se había perdido. Además anunció que se iba a quedar en Berlín hasta el final y que moriría allí. El general Alfred Jodl sugirió que el 12º Ejército de Walther Wenck podría abandonar el Frente Occidental y dirigirse a Berlín para unirse al 9º Ejército al mando de Theodor Busse. Hitler, más calmado, aceptó la idea y envió las órdenes a Wenck y a Heinrici.

Cuando Busse recibió la orden de dirigirse al oeste para encontrarse con Wenck y luego regresar a Berlín, se dio cuenta de que el regreso llevaría a un inútil derramamiento de sangre y decidió escapar al oeste para rendirse a los norteamericanos. Wenck estuvo de acuerdo y después de sufrir numerosas bajas en la Batalla de Halbe, Wenck y Busse se dirigieron al Elba, donde los aliados occidentales los capturaron.

Mientras tanto en Berlín, los tanques rusos ya estaba llegando al anillo defensivo de la ciudad, mientras que en el norte el II Frente Bielorruso había avanzado 15 kilómetros más allá del Oder y tenía ocupado al III Cuerpo Panzer. Cottbus se había perdido y para el 23 de abril el 9º Ejército había quedado separado de la ciudad, y parte del I Frente Ucraniano había partido al oeste a encontrarse con el 12º Ejército de Wenck.

Para el 24 de abril Berlín quedo sitiada. Hitler encargó al general Helmuth Weidling la defensa de la ciudad.

Al día siguiente, el II Frente Bielorruso finalmente cruzó la línea de defensa del III Cuerpo Panzer, y los rusos y los norteamericanos hicieron el primer contacto cerca de Torgau en el río Elba.
[editar] Batalla en Berlín
Representación de la batalla de Berlín.

Las fuerzas disponibles para la defensa de Berlín, ahora que Busse había escapado al oeste con el 9º Ejército, eran varias divisiones de las Waffen-SS, restos de varias unidades de la Wehrmacht, jóvenes sin mayor experiencia de las Juventudes Hitlerianas, ancianos reclutados en el Volkssturm, policías, y veteranos de la Primera Guerra Mundial. A pesar de las superioridad numérica del Ejército Soviético la lucha en la ciudad fue muy feroz y se tuvo que pelear casa por casa hasta llegar al Reichstag.

Para la defensa de Berlín se dispusieron las pocas tropas disponibles de la siguiente manera: En el oeste la XX División de Infantería, en el norte la IX División de Paracaidistas, al noreste la División Panzer Müncheberg, al sureste la División Nordland de las SS, al este del aeropuerto de Tempelhof, mientras que la XVIII División de Panzergranaderos estaba como reserva en el distrito central.

El resultado de la batalla ya estaba sellado, pero la insistencia germana impedía la rendición. De esta manera la ciudad sufrió graves daños mientras que el Ejército Rojo avanzaba desde el sureste por la avenida Frankfurter, desde el sur por la avenida Sonnen, desde el sur por la Plaza Potsdamer, y desde el norte acercándose peligrosamente al Reichstag, y por ende acercándose al búnker de la Cancillería, donde estaba Hitler. Los lugares donde la lucha fue más intensa fue en el Reichstag precisamente, así como el puente Moltke, y la Alexanderplatz. También se libró una fuerte batalla por la captura de los puentes en Spandau. Los combatientes extranjeros de las SS peleaban con mayor fiereza, ya que sabían que en sus países serían juzgados como traidores y ejecutados.

El 28 de abril Heinrici se negó a obedecer la orden de Hitler de retener Berlín sin importar las bajas e inmediatamente fue relevado del mando y reemplazado por el general Kurt Student.

El 30 de abril los soviéticos llegan al centro de Berlín, y Adolf Hitler se casa con Eva Braun. Luego ambos se suicidan.

Finalmente, el general Weidling rinde Berlín el 2 de mayo.
Periódico estadounidense anunciando la muerte de Hitler en 1945.
[editar] Consecuencias

Los tanques perdidos por los soviéticos superaron todos los cálculos realizados, debido a la eficaz utilización del Panzerfaust, que no obstante, no fue suficiente para detener el avance blindado sobre la capital. La resistencia alemana fue quebrada al acabarse las municiones y las tropas.

Los soviéticos informaron de unos 155.000 muertos en Berlín, así como 250.000 heridos o enfermos. Por su parte unos 45.000 alemanes murieron, incluyendo los civiles.

Una característica de la invasión rusa de Alemania fueron las violaciones masivas de mujeres como castigo por la guerra, pese a no ser ellas responsables. En Berlín fueron violadas 100.000 mujeres del total de 2.000.000 de alemanas agredidas sexualmente,[2] de estas unas 10.000 berlinesas se suicidaron.[3] [4] [5] Hubo un ensañamiento muy fuerte en los días posteriores a la conquista, llegando a violar hasta 70 veces a la misma mujer.[6] [7]

En un caso similar a las etapas finales de la guerra y del avance soviético, los miembros del Partido Nazi huyeron dejando a los civiles alemanes a su suerte, que sólo se enteraban de la cercanía de los soviéticos cuando los soldados alemanes se retiraban del frente dándoles aviso del avance enemigo, siendo ya era demasiado tarde para huir (obviamente, los civiles no podían huir tan rápido como los soldados).

Los últimos deseos de Hitler ordenaban que el almirante Karl Dönitz se convirtiera en Presidente del Reich, mientras que Joseph Goebbels sería el nuevo Canciller de Alemania. Sin embargo el suicidio de este último, junto con toda su familia, dejó a Dönitz con la responsabilidad de la guerra. Finalmente, el 8 de mayo de 1945, el Alto Mando Alemán se rindió incondicionalmente a la Unión Soviética finalizando la guerra en Europa.
[editar] Referencias

Batalla de las Ardenas


Batalla de las Ardenas (en alemán "Offensive von Rundstedt", en inglés "Battle of the Bulge"), fue una gran ofensiva alemana lanzada a finales de la Segunda Guerra Mundial (16 de diciembre de 1944 – 25 de enero de 1945) a través de los densos bosques y montañas de la región de las Ardenas de Bélgica (y más concretamente de Valonia: de ahí su nombre en francés, "Bataille des Ardennes"), Francia y Luxemburgo en el frente occidental. La Wehrmacht le dio a la ofensiva el nombre en clave Unternehmen Wacht am Rhein (Operación Alerta en el Rin), por el himno patriótico alemán Die Wacht am Rhein.
Ilustración Oficial del U.S. Army: El mapa de las "Líneas del frente"


Contenido
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* 1 La campaña aliada y contraataque del eje
* 2 La batalla
* 3 Desenlace
* 4 Referencias
* 5 Enlaces externos

[editar] La campaña aliada y contraataque del eje

Tras la derrota sufrida por los ejércitos aliados en Arnhem (Holanda), el espectacular avance efectuado tras la batalla de Normandía se detuvo, con lo que el frente europeo se estabilizó. Este hecho proporcionó al Eje un respiro que les permitió reorganizar y rearmar a sus castigadas fuerzas. Sin embargo, la ambición de Adolf Hitler iba más allá de las medidas meramente defensivas y de contención, que proponían sus generales, y en su mente se empezó a forjar la idea de recuperar la iniciativa y lanzar una potente contraofensiva que le diese más argumentos para poder sentarse a la mesa de negociaciones con los Aliados, lograr un armisticio y poder concentrar toda su fuerza en detener la imparable ofensiva soviética en el Frente del Este. La operación recibió el nombre de Guardia en el Rin, en alemán Wacht am Rhein.

El plan de Hitler estaba basado en cierta manera en el plan que destruyó los ejércitos franceses y aisló a los británicos obligándoles a abandonar el continente en 1940. El punto principal del ataque, el mismo: el bosque de las Ardenas. El objetivo a conquistar por las fuerzas que partirían de las Ardenas era la ciudad portuaria de Amberes. Con ello se conseguiría aislar y "embolsar" a los británicos en el Norte, lo que les haría cuestionarse su continuidad en la guerra. Pese a la oposición de sus generales, que propusieron una ofensiva con objetivos mucho más limitados, Hitler siguió adelante con su plan. Reunió 500.000 nuevos soldados y reequipó sus divisiones blindadas con nuevos tanques Panther, Tiger I y Tiger II.
[editar] La batalla
Patrulla estadounidense de exploración durante la campaña militar en Las Ardenas

Al mando estaría el veterano mariscal de campo Von Rundstedt, que tendría a su cargo los ejércitos 7º y 15º, fuertemente desgastados en la batalla de Normandía, los cuales guardarían los flancos limitándose a una función de contención, mientras que el 5º Ejército Acorazado (Panzerarmee) a las órdenes del General der Panzertruppen (general de tropas blindadas) Hasso von Manteuffel y el 6º Ejército Acorazado, al mando del Oberstgruppenführer (general de las SS) Josef "Sepp" Dietrich quebrarían el frente.

En la fecha elegida, el 16 de diciembre de 1944, la punta de lanza del ataque, el 5º Ejército Panzer, arrolló a las inexpertas tropas estadounidenses que defendían las Ardenas, capturando 7.000 prisioneros en un solo día. Prácticamente nadie en el mando aliado esperaba una ofensiva alemana en ese momento de la guerra, en el que Alemania estaba en retirada. Además era un día en el que hacía un tiempo pésimo y en el que la superioridad aérea aliada, por tanto, no fue decisiva, puesto que la gran mayoría de sus aparatos se quedaron en tierra.

La ofensiva obtuvo un gran éxito inicial. Sin embargo, los Aliados reaccionaron y trataron de contener el avance alemán. A los alemanes se les sumó posteriormente la dificultad de que, a los pocos días, la niebla se levantó coincidiendo con que a las divisiones acorazadas de Von Manteuffel se les estaba agotando el combustible, lo que las convirtió en blanco fácil para los cazabombarderos aliados cuando estaban a menos de 100 kilómetros de Amberes.

En este momento, los generales alemanes pidieron a Hitler una retirada parcial hacia posiciones más defendibles, dando por buenas las victorias que habían obtenido hasta el momento y, sobre todo, alejando el peligro de embolsamiento que ellos mismos habían creado con su penetración, así como el precario estado de sus líneas de abastecimiento y su falta de combustible. Hitler, al mismo tiempo que se oponía a una retirada rápida, ordenaba un repliegue lento y combatiendo.

Una vez superada la sorpresa inicial, los Aliados "sacudieron" durante las semanas siguientes el "bulge" (comba) creado por los alemanes (refiriéndose al saliente), hasta hacerles retroceder por la fuerza a sus posiciones de partida.
[editar] Desenlace
soldados alemanes muertos durante la batalla

El resultado de la batalla se podría interpretar como un empate. Ambas fuerzas tuvieron unas pérdidas similares (unos 80.000 hombres por cada bando entre heridos, muertos y prisioneros, y aproximadamente 700 carros de combate). Sin embargo, para Alemania fue una herida de muerte que aceleró el final de la guerra en el Frente Occidental. Mientras los Aliados poseían enormes reservas de hombres, material y pertrechos, los alemanes habían dejado exhaustas sus últimas reservas móviles. Nunca más volvieron a recuperar la iniciativa estratégica.
[editar] Referencias

Alzamiento de Varsovia


El Alzamiento o Levantamiento de Varsovia (en polaco: Powstanie Warszawskie) tuvo lugar durante la ocupación nazi de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Fue planificado por el Armia Krajowa o Ejército Territorial, que representaba al gobierno constitucional en el exilio. Formaba parte de la llamada Operación Tempestad, cuyo objetivo era liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética. Las tropas polacas sostuvieron durante 63 días el asedio alemán, pero ante la falta de apoyo aliado, finalmente fueron superadas por las mucho mejor equipadas tropas alemanas. El final de la contienda se saldó con 250.000 civiles de Varsovia muertos, la mayoría ejecutados, y más del 85% de los edificios de la ciudad destruidos.

Cuando el Levantamiento empezó, el Ejército Rojo se encontraba a decenas de kilómetros de la capital y al llegar el 16 de septiembre, sólo debían cruzar el río Vístula para liberar Varsovia. Sin embargo, los soviéticos se detuvieron, lo que ha llevado a la mayoría de los historiadores a concluir que Stalin prefería que la sublevación fracasara, para poder gobernar Polonia con mayor facilidad durante los años de la Guerra Fría. Los soviéticos por su parte aseguraron que frenaron su avance por problemas de abastecimiento, ya que sus líneas de suministros estaban sobrextendidas desde la Operación Bagration.
Contenido
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* 1 Antecedentes
* 2 Fuerzas polacas
* 3 Fuerzas alemanas
* 4 Inicio del levantamiento
* 5 Fin del levantamiento
* 6 Capitulación y eventos posteriores
* 7 Curiosidades
* 8 Bibliografía
* 9 Enlaces externos

[editar] Antecedentes

El descubrimiento en 1943 de la Masacre de Katyn, donde miles de oficiales polacos fueron asesinados por las fuerzas soviéticas, dañó de forma irreparable las relaciones entre la Unión Soviética y el gobierno polaco constitucional, exiliado en Londres desde 1939.

Al ir liberando el Ejército Rojo los países ocupados por Alemania, quedó claro para los polacos que Stalin no permitiría que se restableciera el gobierno democrático en su país. Preocupado por esto, el gobierno polaco en el exilio ordenó a los generales del Armia Krajowa, el ejército de resistencia polaco, que intentaran liberar Polonia antes de que los soviéticos lo hicieran. Si bien era obvio que este ejército no contaba con suficientes recursos para mantener el país, pensaban expulsar a los alemanes por un tiempo nada más, suficiente para que los aliados liberaran Polonia definitivamente.

El 13 de julio de 1944 los soviéticos llegaron a la antigua frontera polaco-soviética, y los generales del Armia Krajowa tuvieron que tomar una decisión: luchar contra Alemania, a pesar de que no contaban con apoyo extranjero concreto y recursos suficientes o esperar a la llegada del Ejército Rojo, sabiendo que la propaganda soviética había acusado al Armia Krajowa de colaborar con los nazis y de ser unos cobardes. Además, los polacos tenían conocimiento de que los miembros del Armia Krajowa que habían participado en el Levantamiento de Wilno (actual Vilna), habían sido ejecutados o enviados a los gulags rusos.

El 27 de julio, el gobernador nazi de Polonia, Hans Frank ordenó a 100.000 polacos que se presentaran en distintos puntos de la ciudad, para ayudar en la construcción de fortificaciones. El Armia Krajowa vio esta orden como un intento de desmembrar la resistencia polaca y ordenó a su vez que la orden alemana no fuera acatada.

Mientras tanto, la propaganda soviética intensificó sus ataques contra la resistencia polaca, asegurando que ésta estaba esperando con los brazos cruzados a que la Unión Soviética liberara Varsovia. Al mismo tiempo, radió mensajes a Polonia, urgiendo la necesidad de alzar el país y de cortar las líneas de comunicación alemanas.

El 29 de julio, las primeras tropas soviéticas llegaron a los suburbios de Varsovia, en la orilla oriental de río Vístula. Este episodio es conocido como la Batalla de Radzymin.

Preocupados de que al ignorar la orden del 27 de julio se produjeran represalias contra la población civil, los generales polacos decidieron adelantar el levantamiento y el 1 de agosto, el general Tadeusz Bór-Komorowski llamó a sus tropas a movilizarse.
[editar] Fuerzas polacas
Monumento al Alzamiento de Varsovia.

El Ejército Territorial polaco contabilizó 50.000 hombres y mujeres. De estos 23.000 fueron contabilizados como veteranos, si bien la experiencia de muchos de ellos consistía en la lucha partisana y no tenían experiencia como soldados regulares. Debido a que la decisión de incluir a Varsovia en la Operación Tempestad fue cosa de último minuto, muchos miembros del Ejército Territorial se encontraban en otros frentes, sin embargo grupos partisanos independientes acudieron a la llamada de Varsovia. Entre estos se encontraban grupos de judíos que habían escapado del Gueto de Varsovia antes de su destrucción.

El General Antoni Chruściel, alias Monter, comandó las fuerzas polacas, dividiéndolas en ocho áreas:

* Área I: Śródmieście, centro y ciudad antigua. Al este del gueto judío.
* Área II: Żoliborz, Marymont, Bielany. Norte de la ciudad.
* Área III: Wola. Oeste de la ciudad.
* Área IV: Ochota. Suroeste de la ciudad.
* Área V: Mokotów. Sur de la ciudad.
* Área VI: Praga. En el norte de la orilla oriental del río Vístula.
* Área VII: Powiat Warszawski. Suburbios de la ciudad.
* Grupo de sabotaje Kedyw

El 20 de septiembre estas fuerzas fueron reorganizadas en tres divisiones de infantería.

Para el día del alzamiento, el Ejército Territorial poseía los siguientes recursos:

* 1.000 fusiles
* 1.700 pistolas
* 300 pistolas automáticas
* 60 subfusiles
* 7 ametralladoras, incluyendo MG34 y MG42
* 35 armas antitanque, incluyendo PIATs
* 25.000 granadas

Durante el alzamiento, los aliados occidentales arrojaron armas sobre Varsovia. Sumando a esto el botín obtenido de los alemanes, se incrementó el armamento y hasta se obtuvieron vehículos blindados. En las fábricas se pudieron producir 300 pistolas automáticas, 150 lanzallamas, 40.000 granadas, muchos morteros y hasta un automóvil blindado.
[editar] Fuerzas alemanas

Para el 1 de agosto, la guarnición alemana de Varsovia consistía en 10.000 soldados bajo el mando del General Rainer Stahel. Sumando a las tropas ubicadas en la orilla oriental del río Vístula y los miembros de la policía y las SS presentes en Varsovia, la fuerza alemana total oscilaba entre 15.000 y 16.000 hombres. Estas tropas se habían estado preparando durante meses para resistir en la ciudad, y se habían construido cientos de búnkeres de hormigón y muros de alambre de púas para proteger los edificios guardados por los alemanes. Además, unos 90.000 soldados adicionales se encontraban en regiones aledañas a la capital. Para el 23 de agosto se encontraron las siguientes unidades alemanes combatiendo:

* Grupo de Batalla Rohr (comandado por el Mayor General Rohr)
* Grupo de Batalla Reinefarth (comandado por el SS-Gruppenführer Reinefarth)
* Grupo de Ataque Brigada Dirlewanger
* Grupo de Ataque Reck (comandado por el Mayor Reck)
* Grupo de Ataque Schmidt (comandado por el Coronel Schmidt)
* Guarnición de Varsovia (comandada por el Teniente General Stahel)
* Varias unidades de apoyo que incluían a rusos, cosacos y azeríes.

[editar] Inicio del levantamiento

El 1 de agosto, a las 17:00 horas se inició la sublevación. Una mujer polaca avisó a los alemanes de los planes clandestinos, y las tropas habían empezado a movilizarse para el inicio del alzamiento, si bien no contaban con ningún plan para hacerle frente. El levantamiento tuvo problemas desde el inicio, ya que si bien el centro de la ciudad y la ciudad vieja fueron liberados exitosamente, en Wola las tropas polacas sufrieron grandes bajas para poder capturar sus objetivos. En Mokotów, los alemanes aplastaron la insurgencia polaca, mientras que en Praga, la alta concentración de fuerzas alemanas obligó a los insurgentes a regresar a sus escondites. El resultado fue lamentable, pues a pesar de que los polacos pudieron capturar grandes zonas de la ciudad, los distintos grupos quedaron aislados, incapaces de contactar entre sí.
Barricada ubicada en la plaza Napoleón (actualmente Plac Postańców), conformada entre otras cosas por un tanque alemán capturado

Al perder la iniciativa, los polacos empezaron entonces a adoptar una actitud defensiva y empezaron a construir barricadas a lo largo de toda la ciudad. El 4 de agosto fue el día en el que el Ejército Territorial ocupó la mayor cantidad de territorio durante el alzamiento. Ése mismo día empezaron a llegar los refuerzos alemanes bajo el mando del SS-Obergruppenführer (general de ejército) Erich von dem Bach-Zelewski, que inmediatamente empezó a presionar para hacer contacto con las bolsas aisladas de alemanes. El 5 de agosto los insurgentes ocuparon las ruinas del gueto judío. Ese mismo día, siguiendo las expeditivas órdenes de Hitler de «convertir la ciudad en un lago», el SS-Gruppenführer (teniente general) Heinz Reinefarth reunió a unos 40.000 civiles y los ejecutó, este episodio es recordado como la Matanza de Wola. Esta acción junto con otros excesos alemanes contra la población civil son mejor entendidos al explicar la lógica del Alto Mando Alemán, que creía que si ejecutaban a todo polaco capturado, la moral de los combatientes caería, lo que llevaría a una rendición prematura. Sin embargo, la ejecución de esta política fue contraproducente, ya que cuando los insurgentes conocieron el destino que les aguardaba si eran capturados, su voluntad de luchar se incrementó, porque pensaron que no tenían otra opción. Eventualmente los comandantes alemanes se dieron cuenta de esto y a finales de septiembre, a los polacos capturados se les empezó a otorgar el trato de prisioneros de guerra.

El 5 de agosto empezaron a llegar más tanques alemanes a la zona, con civiles polacos adheridos como escudos humanos. Después de dos días de intensos combates, los alemanes lograron cortar el distrito de Wola en dos, y llegaron a la Plaza Bankowy.

Entre el 9 de agosto y el 18 de agosto se libraron intensas batallas entre los alemanes y los polacos alrededor de la ciudad vieja y cerca de la plaza Bankowy. Los alemanes hicieron gala de la mismas tácticas que utilizaron en la invasión de Polonia unos años atrás. Éstas incluían el bombardeo de hospitales con banderas de la Cruz Roja por la Luftwaffe, así como el asesinato de médicos y enfermeras. Para finales de septiembre los defensores de la ciudad vieja fueron superados, y el 2 de agosto de 5300 hombres y mujeres se batieron en retirada por las cloacas, que para aquel entonces eran un importante medio de comunicación de la insurgencia.

La llegada del supercañón Schwerer Gustav y de los bombarderos alemanes condenó a la destrucción a decenas de los edificios de Varsovia. La resistencia polaca, sin artillería y armas antiaéreas, observó impotente cómo su capital era demolida.
[editar] Fin del levantamiento

El 10 de septiembre las tropas soviéticas alcanzaron el margen oriental del río Vístula y capturaron los suburbios al este de Varsovia. Emisarios del Ejército Territorial polaco se reunieron con los comandantes soviéticos y les propusieron la formación de un regimiento de fuerzas mixtas. Sin embargo inmediatamente agentes de la NKVD arrestaron a los emisarios y la conversaciones finalizaron abruptamente.
Mapa del Frente Oriental en 1944, donde se muestra que el frente no mostró avances frente a Varsovia entre el 19 de agosto y el 25 de diciembre

En efecto, los soviéticos se negaron a prestar ayuda al levantamiento, justificándolo con que el 2º Frente Bielorruso que se encontraba frente a Varsovia había sufrido un 28% de bajas al cruzar Bielorrusia y entrar a Polonia. Los alemanes no encontraron explicación a la pausa que realizó el Ejército Rojo; de hecho, en el diario del 9º Ejército Alemán se encuentra la siguiente anotación: «En contra de nuestras expectativas, el enemigo ha detenido su ofensiva a lo largo de todo el frente del 9º Ejército».

Sin embargo, el 26 de agosto, el general Zygmunt Berling ordenó reanudar los ataques contra el IV Ejército SS Panzer, y poco a poco los alemanes fueron empujados hasta el sector Praga de Varsovia, para luego tener que retirarse a la otra orilla del río Vístula.

El ejército «soviético» que intentó capturar Varsovia fue en realidad el 1º Ejército Polaco, que estaba bajo las órdenes de la Unión Soviética. La vanguardia de este ejército llegó hasta los sectores de Czerniaków y Powiśle, donde establecieron contacto con el Ejército Territorial. Pero al no contar con apoyo aéreo y adecuada cantidad de artillería, estas unidades fueron obligadas a batirse en retirada. La falta de apoyo del Ejército Rojo frustró los intentos de los dos ejércitos polacos de restablecer el enlace. Inmediatamente el general polaco Zygmunt Berling que mandaba el 1º Ejército Polaco fue relevado de su mando, y el nuevo comandante ordenó suspender toda actividad ofensiva «por lo menos cuatro meses».

En este punto, los polacos entendieron que no podían esperar apoyo externo, y si bien continuaron la lucha fue con la esperanza de que la resistencia obligara a los alemanes a disminuir la dureza de las condiciones de rendición.
[editar] Capitulación y eventos posteriores

El 2 de octubre, el general Tadeusz Bór-Komorowski firmó la capitulación, que se aplicaba a todas las tropas polacas del Ejército Territorial, en el Cuartel General alemán, estando el general Von dem Bach presente. De acuerdo con el documento firmado, la Wehrmacht se comprometía en tratar a los polacos sublevados de acuerdo con los términos establecidos en las Convenciones de Ginebra, además de respetar la vida de los civiles de Varsovia. La lucha fue muy intensa, tanto así que el jefe de las SS, Heinrich Himmler anotó el 21 de septiembre de 1944: «Una de las más mortíferas batallas desde el comienzo de la guerra, tan difícil como la lucha por Stalingrado». Obviamente esto fue una exageración, ya que las cifras de bajas en Stalingrado hacen palidecer a las de Varsovia.

Al día siguiente de la capitulación, se empezó a desmantelar el Ejército Territorial. Unos 15.000 polacos fueron enviados, en calidad de prisioneros de guerra, a distintos campos en Alemania. Entre 5.000 y 6.000 combatientes se escurrieron entre la población civil, con la esperanza de levantar al pueblo de nuevo en el futuro. La población entera de Varsovia fue enviada al campo de concentración Durchgangslager 121 en Pruszków, de manera temporal. Se calcula que entre 350.000 y 550.000 civiles fueron enviados a ese campo, de los cuales 90.000 fueron enviados luego a campos de trabajo en Alemania, 60.000 enviados campos de la muerte en (Ravensbruck, Auschwitz, Mauthausen, entre otros). El resto fue dispersado por el Gobierno General de Polonia.

Una vez Varsovia estuvo vacía, los alemanes continuaron con la demolición de la misma. Grupos de ingenieros alemanes llegaron a la zona para iniciar la demolición controlada de los edificios que habían sobrevivido. Siguiendo las órdenes de Hitler, se empezaron a trazar planes para convertir Varsovia en un lago. Con la ayuda de explosivos y lanzallamas, casa por casa fueron arrasadas. La destrucción fue organizada, prestando especial atención en los monumentos históricos, en los archivos nacionales y en los distintos puntos de interés.

Para enero de 1945, el 85% de los edificios habían sido destruidos: el 25% durante el Alzamiento, mientras que el 35% fueron destruidos posteriormente por los escuadrones de ingenieros. El resto había sido destruido antes, durante el alzamiento del Gueto de Varsovia (15%) y la invasión de Polonia en 1939 (10%).

Se calcula que en total fueron destruidos 10.455 edificios, así como 923 edificios históricos (el 94% del total), 25 iglesias, 14 bibliotecas incluyendo la Biblioteca Nacional, 81 escuelas de primaria, 64 escuelas secundarias, la Universidad de Varsovia y la Universidad Politécnica de Varsovia. Cerca de un millón de personas perdieron todas sus propiedades. El número de pérdidas se calcula en cerca de 40.000 millones de dólares estadounidenses de 1939. En 2004, el gobierno de Varsovia calculó que las pérdidas en propiedad municipal se acercaban a los 45 billones de dólares estadounidenses de 2004. Por supuesto esto no incluye a las propiedades de los habitantes de la ciudad. El concejo municipal de Varsovia continúa solicitando hasta el día de hoy, una indemnización a Alemania. La reconstrucción de Varsovia, se realizó con la ayuda de paisajes realizados por las escuelas de arte de los pintores italianos Bacciarelli y Canaletto siglos atrás.

Finalmente 17 de enero de 1945, el Ejército Rojo entró en las ruinas de Varsovia, cruzando el río con relativa facilidad. En cuestión de horas capturó toda la ciudad, encontrando la mayor resistencia en el área de lo que era la Universidad de Varsovia, donde sin embargo lograron barrer a los defensores alemanes en una hora. Esta rápida victoria se logró en parte porque unas semanas antes, el IV Cuerpo SS Panzer había sido retirado para participar en la batalla